Radiotelescopios.
Puede estar constituido por una simple antena en forma de dipolo,
conectada a un sensible aparato de amplificación y registro, o bien, y es la
mayoría de los casos, por una estructura en forma de palangana (Paraboloide)
que desempeña una función totalmente análoga a la de un espejo en un
telescopio: concentra los rayos, en este caso las ondas de radio, hacia un
foco.
En el foco de un radiotelescopio está la antena de dipolo
conectada al aparato de amplificación y registro. En la práctica, las ondas de
radio incidentes producen sobre la antena débiles corrientes eléctricas, que
son después amplificadas por los circuitos del receptor.
La ventaja de poder estudiar los cuerpos celestes, no sólo a
través de su luz visible sino también a través de las radioondas que ellos
emiten, es todavía discutida duramente por los científicos por las dificultades
qu se deben afrontar para lograr que las señales sea inteligibles.
Además, debido a que las longitudes de onda con las cuales trabaja
la radioastronomía son aproximadamente un millón de veces mayores que las de
las radiaciones visibles, para que un radiotelescopio tenga el mismo poder de
resolución que un telescopio debería ser proporcionalmente más grande, lo que
plantearía, como es comprensible, delicados problemas constructivos.
Como consecuencia de una toma de posición de decenas de
radioastrónomos y astrofísicos de todo el mundo, que están convencidos de la
utilidad de la búsqueda de una eventual vida extraterrestre a través de
técnicas radioastronómicas, una pequeña parte del tiempo de actividad de
algunos radiotelescopios se dedica a la investigación sistemática de
transmisiones inteligentes, provenientes de eventuales planetas extrasolares
habitados por civilizaciones evolucionadas.
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